domingo, 3 de octubre de 2010

Huelga

CC OO y UGT convocaron huelga general el 29 de septiembre. El día siguiente, El País hablaba en portada de un “impacto moderado”. Público titulaba: “La industria se para, la calle se mueve”. El Mundo y Abc coincidían en el titular principal: “Fracaso general”. La Razón precisaba: “El fracaso general de la huelga borroka”.

A una huelga de “impacto moderado”, El País le dedicaba titular y foto a cinco columnas en portada, de las páginas 10 a 20 y un editorial. En la información interior se calificaba la huelga de “importante” y también la bajada del consumo eléctrico, “similar al de un festivo”, y calculaba en 95.900 los asistentes a la manifestación de Madrid, que sólo El País y Público llevaron a primera. Los del fracaso general llenaron sus primeras reiterando el fracaso. Los profetas hacían cumplir sus profecías.

-Yo fui…
-¿Estás segura?

Hace meses que ante el 29-S alguien declaró la huelga informativa permanente en los quioscos de Madrid con el siguiente eslogan: No dejes que la verdad estropee tu línea editorial. Si un país baja un día laborable a consumos eléctricos similares a un festivo y coincide con una convocatoria de huelga, merecerá cualquier titular excepto que la huelga haya tenido éxito. Si paran la industria, el transporte ferroviario y por carretera, los puertos y aeropuertos (sin contar los servicios mínimos) y si el paro repercute en todos los sectores, ocurrirá cualquier cosa excepto que millones de trabajadores han seguido una convocatoria de huelga. Si cientos de miles de personas acuden a las manifestaciones convocadas por los sindicatos en las principales ciudades españolas, resultará que “los trabajadores plantan cara a los sindicatos” (Abc). ¿Y qué pensar ante un titular como ése? La respuesta la dio El Roto: “La realidad es una alucinación producida por la ausencia de propaganda”.