sábado, 19 de noviembre de 2011

MARXISMO

El Senado y el Congreso italianos aprobaron el “duro ajuste económico” que exige la UE “para frenar la hecatombe del euro”. “Italia se encomienda al tecnócrata Monti para evitar el hundimiento”. En Atenas, el nuevo primer ministro, Lukas Papademos, juró su cargo y presentó el Gobierno de concertación con el que aspira a evitar la bancarrota de Grecia. El arzobispo ortodoxo de Atenas bendijo a Papademos y el Gobierno juró su cargo ante las autoridades religiosas. Un Gobierno de tecnócratas en Italia, incluido un militar, y en Grecia, con un ministro de extrema derecha.

La llamada troika (FMI, Comisión Europea y Banco Central Europeo) envió sus inspectores a Atenas para vigilar el cumplimiento de la tarea impuesta. También visitarán Italia. Monti fue consejero de Golmand Sachs y Papademos vicepresidente del BCE. El presidente del BCE fue vicepresidente de Golmand Sachs. Golmand Sachs asesoró al Gobierno anterior a Papandreu en la contabilidad nacional.

-¡Me veo como Carpanta!
-¡Mal karma, tía! ¿Una caladita?

De la economía entendida como un fenómeno atmosférico (meteoeconomía), en la que se sucedían turbulencias, depresiones o tormentas ajenas a la actividad humana, pasamos a la economía incomprensible (criptoeconomía), transmitida con raros neologismos y discursos de significados inescrutables, oscuros o enigmáticos. Continuamos con la economía ortodoxa (teoeconomía), monoteísta, cercana a la teología como únicas disciplinas (nunca mejor dicho) capaces de explicar lo inexplicable. Ahora que “la crisis de la deuda golpea ya a 12 de los 17 países de la zona euro”, resurge la economía marxista. Su base teórica se resume en el final de Los hermanos Marx en el Oeste. Los ladrones huyen con el dinero perseguidos por un tren que consiguen descarrilar, que provoca destrozos para encarrilarse y cuya locomotora avanza a base de quemar todos los vagones para alimentarla, al grito de Groucho Marx: ¡Más madera!