Grecia recibirá 130.000 millones de euros en el segundo “rescate”. Este préstamo será depositado en una cuenta bloqueada para asegurar que los bancos privados sean los primeros en recibir su parte, en caso de que en las cuentas públicas no hubiera lo suficiente. “El dinero es la manera de controlar a Grecia”, aseguró el ministro de Economía de Holanda, Jan Kees de Jager. Grecia “seguirá teniendo hasta cierto punto soberanía”, declaró De Jager.
Los préstamos del primer “rescate” (2010) se concedieron con intereses superiores al 5%. El dinero ha servido, básicamente, para aliviar a los bancos alemanes y franceses (los más expuestos). El país ha seguido durante estos cuatro años con caídas del PIB, el paro por encima del 20% y los servicios públicos asfixiados. Una delegación de la troika (Unión Europea, Banco Central Europeo y FMI) se instalará en Atenas “para impedir que haya cualquier tipo de desliz”.
-¡Por Zeus y Atenea...!
-¿Qué bandera izarán en lo alto de la Acrópolis?
En 2000 Antonio Tabucchi escribió un “sincero llamamiento al solícito funcionario de Bruselas” que había aconsejado al Gobierno griego que, dado que su aceite no resultaba competitivo en los mercados, procediera “a abatir el olivar de Delfos” y recomendaba “situar en su lugar una estupenda plantación de kiwis”. Aunque Tabucchi reconocía que en la concepción de la vida del “solícito funcionario” las leyes del mercado son sacrosantas, le parecía “ya demasiado cruel, y tal vez hasta vergonzoso, dejar en herencia a los habitantes del próximo milenio los sagrados kiwis de Delfos”. Cuando Plaka se convierta en un barrio de usureros, cambistas, prestamistas, diteros, logreros, avalistas y mohatreros, y Olimpia forme parte de un parque temático de la Warner, el solícito funcionario, ya jubilado, responderá a Tabucchi desde un crucero por las islas griegas: ¡Haber elegido muerte, digo kiwis!
