domingo, 18 de noviembre de 2012

Trapería


Una manifestación multitudinaria el 11 de septiembre, Diada en Cataluña, ha provocado unas elecciones anticipadas a la Generalitat y que se afirme que “La partida clave de la política española es a todo o nada el 25-N: la de la crisis independentista en Cataluña”. En esa “partida”, dicen, “Rajoy y Mas juegan a todo y nada”.

Todas las manifestaciones contra la política del Gobierno catalán quedaron atrás. Sólo el fogonazo de la huelga general del 14 de noviembre ha iluminado con luces rojas esa “partida” y las calles de las ciudades en las que cientos de miles de personas clamaron contra la política económica y antisocial del Gobierno central, subsidiaria de la UE y apoyada y seguida por CiU, la coalición que gobierna en Cataluña.

-O sea, que no todas las manifestaciones valen lo mismo…
-O sea, que nos van dando…

Grecia malvive entre anuncios de más recortes sociales. De las sombras de una sociedad a punto de desintegrase, según su primer ministro Samaras, ejecutor interpuesto de todas las órdenes de la troika, surge lo peor: un partido pronazi, que ya tiene representación en el Parlamento, allí, en la plaza Sintagma de Atenas. Momentos críticos, que abren grietas en las sociedades europeas por las que asoman las banderas que lo tapan todo y, aparentemente, un gentío desesperado avanza tras ellas. Como en la película de Chaplin, es difícil saber, en un momento dado, si quien agita el trapo corre tras el camión del que se desprendió, o huye de una multitud que le sigue, o si la multitud sabe que sigue a un tipo que recogió un trapo caído en el suelo. Las patrias dejan de ser una errata de tripas, que dijo el poeta, y acaban siéndolo de trapería: trapos de colores en Cataluña y en Grecia trapos sucios.