sábado, 14 de julio de 2012

Disturbios

Ciñera (León) fue escenario de una “batalla campal entre las fuerzas antidisturbios y los piquetes mineros”. El enfrentamiento concluyó con dos huelguistas detenidos, uno de los cuales resultó herido. Los antidisturbios intervinieron después de que los huelguistas cortaran el tráfico con barricadas ardiendo en la carretera de Pajares y la línea ferroviaria entre Asturias y León.

Tras 20 días de marcha a pie, llegaron a Madrid 200 mineros. Recibidos por una muchedumbre la noche del 10 de julio, el 11 una manifestación multitudinaria acabó con una carga policial: 8 detenidos y 76 heridos.

-Que lleven a unos antidisturbios a la bolsa para impedir el bombardeo de piedras especulativas y productos voladores…
-Y a los bancos para que retiren las barricadas que levantan todos los días y pueda circular el crédito…

Pregunta Borges: “¿Por qué nos inquieta que el mapa esté incluido en el mapa y las mil y una noches en el libro de Las mil y una noches? ¿Por qué nos inquieta que don Quijote sea lector del Quijote y Hamlet espectador de Hamlet?”. Buscaremos la respuesta de Borges en el libro de Borges. Pero ¿dónde encontraremos la respuesta si nos preguntan por qué nos inquietan las barricadas donde se ven las barricadas y nos tranquiliza no encontrarlas allí donde se levantan cada día? Aceptamos la sorpresa de la paradoja. Se vuelve insoportable cuando rebasa nuestros límites para admitir la contradicción. Por ejemplo, nos alarman los aplausos convertidos en disturbios públicos: el aplauso y que se birle una paga a miles de trabajadores y trabajadoras; el aplauso y la reducción de las prestaciones por desempleo; el aplauso y la pobreza y el malestar social y la inseguridad laboral… Y nos acojona imaginar cuál será el recorte que lleve al grupo parlamentario del PP del aplauso a hacer la ola.