Hans-Werner Sinn, presidente del “influyente y prestigioso” think tank alemán IFO (Information and
Forschung), defiende que España, Portugal y Grecia “necesitan una
devaluación interna del 30%”. Aunque reconoce que “las devaluaciones internas
pueden ser crueles”, Rajoy debe aprobar otra reforma laboral que “flexibilice
los salarios a la baja” para salir del túnel en 2023. Lo que España necesita es
eliminar el salario mínimo y “laminar” el Estado de bienestar como hizo Schröder
en 2003, “privando a millones de personas de sus ayudas sociales”. Reconoce que
eso “causó disturbios y protestas” y que le costó el cargo. “Sin embargo, se
trataba de la política adecuada”. El presidente de IFO aconseja germanizar
España, trasladar el modelo alemán a toda Europa: “Esa es la única
posibilidad”.
- ¡Joder con herr Hans-Werner! Antiguamente
utilizaban la espada y la cruz para convertir infieles…
- Hoy nos atizan con la prima
de riesgo, salarios bajos y derechos laborales mínimos…
Tras la reforma alabada por el
“riguroso” presidente del “prestigioso” IFO, Gazprom contrató a Gerhard
Schröder con un sueldo anual de 250.000 euros a los pocos meses de abandonar el
Gobierno. La misma empresa a la que había avalado un crédito de 900 millones de euros un mes después de perder las
elecciones, cuando ya era seguro el nombramiento de Merkel. Prestigiditador
y prestigio comparten la misma raíz latina, con los significados de engaño,
embuste, trapacería, falacia, artificio, embaucador, afectado, charlatanismo o
juego de manos. El posterior significado positivo de prestigio se ha otorgado a
ilustres nombres cuyas teorías nos dan risa hoy. Ahora llaman devaluación
interna a lo que conocíamos como la purga Benito o, simplemente, purga,
procedimiento de curación que tuvo su prestigio (las sanguijuelas también). ¿Por
qué es prestigioso un instituto que defiende teorías económicas que empobrecen
a la mayoría de la población europea?