martes, 9 de julio de 2013

Tiempos

El presidente de EE UU Barack Obama, premio Nobel de la Paz, defiende los programas de espionaje masivo a países aliados porque son “legales y transparentes”, aunque se hayan conocido por un espía arrepentido. Quizá ya forma parte de la Kill List. Cada semana Obama se reúne con el equipo antiterrorista de la Casa Blanca en la sala de crisis (Situation Room) y decide, entre los nombres de una lista de condenados a muerte (Kill List), quiénes serán “liquidados”. Las ejecuciones se realizan mediante aviones no tripulados (drones).

Tras el golpe de Estado en Egipto, se anunció la elección del premio Nobel de la Paz Mohamed el Baradei como primer ministro. La propuesta fue retirada por las divisiones internas entre los partidarios del golpe.

La troika entra en crisis porque dos de sus integrantes, Comisión Europea y FMI, se culpan del fracaso de los llamados rescates de Chipre, Grecia y Portugal, pero mantienen rigurosamente los planes de empobrecimiento de la mayoría.

-¡Que se lixe a troika!
-¡Joder, qué tiempos!

En una historia increíble que ocurrió no una vez sino muchas con distintos actores y diferencias locales encuentra Borges “la cifra perfecta de una época irreal y es como el reflejo de un sueño”. En el sueño “no sentimos horror –continúa Borges- porque nos oprime una esfinge, soñamos una esfinge para explicar el horror que sentimos”. ¿Qué esfinges ocupan nuestros sueños para explicar estos tiempos increíbles?  ¿Llegará el día que descubramos que sus ropas se corresponden con “el lujo malevo de los garitos y de los lupanares”?, ¿que son “taimados, ignorantes y crueles como viejos animales de presa”, y que, si nos dejamos ganar por el miedo o la lástima, acabarán por destruirnos? Qué tiempos, bastardos de las ficciones de Borges, dignos de una canción ya escrita: Tiempos nuevos, tiempos salvajes.