viernes, 19 de agosto de 2016

Idiotas

El FC Barcelona inició una campaña pidiendo el apoyo al jugador Leo Messi tras la sentencia de la Audiencia Provincial de Barcelona que condenó a él y a su padre a 21 meses de prisión por tres delitos fiscales muy graves. Impuso una multa de casi dos millones de euros al jugador y de 1,5 millones al padre. Messi defraudó a la Hacienda española 4,1 millones de euros, liquidación de unos ingresos de 10,1 millones por derechos de imagen. Padre e hijo alegaron ignorancia legal. “El desconocimiento evitable no es un error y no puede provocar una descarga de la responsabilidad. No puede errar aquel que no tiene interés de conocer”, argumentó la Audiencia. La sentencia es recurrible. La campaña del Barça se lanzó con el hashtag @TodosSomosLeoMessi.

-Ah, no, eso sí que no…
-Listillos que se hacen los tontos.


En el personaje del príncipe Myshkin, protagonista de El idiota, Dostoievski mezcla las cualidades de la inocencia, la ingenuidad y la mansedumbre, propias de la infancia. “Es usted un niño en todo el sentido de la palabra. Respecto al desarrollo moral, al alma, al carácter, acaso la inteligencia, usted no es un hombre maduro, y así quedará aunque viva sesenta años” –le dice el doctor Schneider-. La inocencia, la ingenuidad y la mansedumbre infantiles eximen de cualquier responsabilidad. Aunque la ley establece los límites de edad, uno de los conflictos presentes en las familias y en los centros educativos –y que muchas veces les enfrenta- es la extensión de la primitiva irresponsabilidad infantil hasta no se sabe cuándo. Llevarla hasta las edades de la exministra Mato que aseguró desconocer cómo había llegado un Jaguar a su garaje o a la de un multimillonario futbolista que, pillado, se esconde tras su papá toca el ridículo. Les convierte en idiotas para siempre.