sábado, 18 de febrero de 2017

¡No!

Matteo Renzi, primer ministro italiano, convocó un referéndum que apoyara las reformas legislativas promovidas por su Gobierno. La mayoría votó que no. David Cameron, primer ministro británico, convocó un referéndum para resolver la controversia de permanecer o no en la Unión Europea. Defendió el sí y la mayoría votó que no. En EE UU ganó la presidencia un individuo al que no querían en el partido por el que se presentaba. Sus groserías convencieron a millones de compatriotas. Los Gobiernos de Hungría y Polonia promueven políticas reaccionarias que comprometen las decisiones y los tratados de la UE. También en Francia y Holanda la ultraderecha acumula seguidores.

-Menos mal que nos queda Portugal…
-Ante todo mucha calma y a capear el temporal…

“La multitud se crea en las interacciones sociales comunes”, al margen de cualquier jerarquía (organización política), teorizaron Michael Hardt y Antonio Negri en Multitud. Esta “clase global emergente”, concepto abierto y expansivo, diferente de pueblo (identidad única), de masa (indiferenciación) y de clase obrera (excluyente), ayudaría a reinventar la izquierda, dado el descrédito de los viejos modelos del socialismo de Estado y de la socialdemocracia. El libro surge con los movimientos antiglobalización de finales del siglo XX y comienzos del XXI. Pero en el año 17 del siglo esa “clase global emergente” deja un rastro de dibujitos y eslóganes chulísimos, la clase obrera sobrevive entre boqueadas de la asfixia neoliberal y el pueblo y la masa prefieren reventar lo que se les pone por delante antes que reinventar. La peña, para entendernos, va más en la onda Rinconete. Aseguraba ante Monipodio tener ánimo para sufrir tormento, al que se enfrentaría, aun a sabiendas de que lo que dice la lengua lo paga el gaznate, cuan votante ante un referéndum: “¡como si tuviese más letras un no que un sí!”.