domingo, 30 de enero de 2011

REVISIONISMO

Al presidente de China, Hu Jintao, le rindieron honores con 21 salvas y una cena de gala a su llegada a EE UU el 19 de enero. Se dice que Hu Jintao llega a Washington para “registrar el reconocimiento de su país como la nueva superpotencia con la que desde ahora es necesario negociar y repartir el poder mundial”. China se ha convertido en el banquero de EE UU  y ha prestado a países en desarrollo más que EE UU y que el Banco Mundial.

Li Keqiang, viceprimer ministro chino, visitó España a principios de enero. Firmó acuerdos comerciales por valor de 5.650 millones de euros. Li ha manifestado su apoyo a las medidas económicas del Gobierno español “y ha reafirmado el compromiso chino con la deuda pública española”. El banco más grande del mundo, el Industrial and Comercial Bank of China, abrió el mismo mes su primera sucursal en Madrid.

-¡Joder, con la China!
-Rollito a rollito…

Dos papas han revisado qué cosa es el cielo, el infierno y el purgatorio. A saber: “El purgatorio no es un elemento de las entrañas de la Tierra, no es un fuego exterior, sino interno”; “el infierno, más que un lugar, es una situación de quien se aparta de modo libre y definitivo de Dios”, y “el cielo no es un lugar físico entre las nubes, sino una relación viva y personal con Dios”. Esta revisión obliga a añadir, al menos, un párrafo a los prólogos de la Divina Comedia. Tarea menor comparada con la de los hermeneutas del maoísmo o lo que hoy sea el Partido Comunista Chino. Interpretación posible siempre que elijan el revisionismo histórico, abandonen el método científico y beban en las fuentes del conocimiento teológico. Teología y economía, admitámoslo, se manifiestan invencibles en la explicación de lo inexplicable.

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