sábado, 23 de julio de 2011

HÉTICA

En el debate de investidura, la presidenta de Castilla La Mancha, Dolores de Cospedal, anunció la supresión del Consejo Económico y Social, el Defensor del Pueblo y el Tribunal de Cuentas de la comunidad. En Madrid, la presidenta Esperanza Aguirre, eliminó en 2010 el Consejo de la Juventud, el Consejo de la Mujer y el Defensor del Paciente. Recientemente, ha prescindido del Servicio Regional de Empleo.

El ahorro y la austeridad han justificado todos los casos. También bajo su advocación nos bajaron el sueldo a los empleados públicos, congelaron las pensiones, han recortado las inversiones públicas y se subastan bienes comunes. He aquí las nuevas virtudes teologales: ¡Aleluya!

-Infundidas por los dioses Mercados…
-¡Los mercados son el burladero de la política sin ideas y productos de la ideología dominante, hostia!

De aquel licenciado Cabra que vivía en Segovia, “largo sólo en el talle”, nos cuenta Pablos que llevaba la barba grande “por no gastar”. Alababa el cenar poco por saludable y las comidas a base de caldo claro con un garbanzo huérfano y un nabo aventurero. Don Alonso Coronel acabó rescatando a su hijo y al criado Pablos del pupilaje de Cabra, desengañado de los embustes de éste y “comenzó a dar más crédito a las razones de dos sombras, que ya estábamos reducidos a tan miserable estado”. La deificación del ahorro injusto y de la austeridad hipócrita engendra hoy dos sombras: el empobrecimiento de los pueblos europeos y de la democracia. La primera oscurece a ojos vista el bienestar; la segunda ensombrece esas piezas intangibles, las instituciones, que articulan la representación social. La ética falsa de la falsa austeridad roe los huesos de la democracia. Las alarmas, mañana, por la abstención, el voto en blanco, el desinterés político o el conflicto social serán lástimas fingidas por una democracia hética.

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